Esta Ruta es toda una aventura del espíritu: de Córdoba a Granada pasando por pueblos como Alcalá la Real, dos vuelcos de la historia, dos momentos irrepetibles, dos siglos de oro. Entre ambos polos bascula el fabuloso legado cultural, religioso, político y social que supuso la estancia de los musulmanes en la Península. Córdoba, el apogeo, el brillo cegador que hizo palidecer a las demás ciudades de Occidente. Granada, el refinado manierismo terminal de toda una civilización puesta en jaque.

Y entre medias, los castillos, las ciudades que primero fueron postas o jalones de un intercambio más o menos accidentado, y después campamento y base para asediar Granada. Esta Ruta no es sólo una lección de historia. Es además un disfrute estético,un goce de los sentidos. No sólo de la mirada: también el paladar ilustrado encontrará productos y sabores de antiguos ecos.

Esos mismos ecos perdidos parecen palpitar también en muchas fiestas y tradiciones de estos pueblos. Una Ruta, en definitiva,que nos hará, sin duda, un poco más sabios.