Juan Rafael Hinojosa /Alcalá
El reencuentro entre Inés Arjona, una vecina de Alcalá, y Rosaura Fernández, la hija que —denuncia— le quitaron en la maternidad de Priego de Córdoba hacía más de treinta y cinco años, tiene una amplia repercusión mediática. Periódicos y webs se hacen eco de la noticia.

A pesar de que el emotivo asunto, adelantado por Diario JAEN, se divulgó en fin de semana y no en un día laborable, ha sido reproducido por los medios de comunicación, principalmente por los escritos y por algunas páginas web. De hecho, apareció durante dos jornadas consecutivas en “Diario Córdoba” —que le dedicó dos portadas correlativas— y ayer también se publicó en otros diarios del Grupo Z.
Como aspecto curioso, la versión digital de “El Periódico”, llegó a traducir la noticia al catalán, con el titular “Una nena robada i la seva mare s’abracen a Jaén 35 anys després” (Una niña robada y su madre se abrazan en Jaén 35 años después). Entre los medios  que incluyen lo ocurrido están EPriego, de la Subbética cordobesa, que cuenta con un enlace a la edición digital de Diario JAEN. Además, el feliz reencuentro también se divulga a través de las redes sociales.
regreso. La visita a Alcalá la Real de Rosaura Fernández, su marido y sus tres hijos, se prolongó hasta ayer. Según ha podido saber este periódico, permanecieron en el municipio hasta primera hora de la tarde. Partieron después de comer. 
Inés Arjona, quien asegura que Fernández puede ser la hija que le fue arrebatada en la maternidad prieguense hace más de treinta y cinco años, destaca que la           reunión del pasado fin de semana ha supuesto un antes y un después en la vida de ambas.
Las dos se muestran abrumadas por lo acontecido de una manera tan repentina. Después de que Mercedes, una mujer residente en el término municipal de Priego, las pusiera en contacto, las dos se han compenetrado muy bien. El reencuentro en Alcalá estuvo precedido de conversaciones a través del teléfono y de internet. La intención de madre e hija es mantener la relación. Igualmente, se han establecido firmes vínculos entre los allegados de Arjona —sus otros hijos, sus nietos y sus hermanos— y los de Fernández. La madre asevera que fue separada de su bebé por los médicos, que —sostiene— le dijeron, después de llevarse a la criatura para lavarla y “apañarla”, que la pequeña había fallecido.